María Lerín

CEO de Simplementesiente & Psicoterapeuta

De pequeña, me encantaba contar historias. Cogía papeles, escribía cuentos y los unía con grapas. Como no, esas historias siempre iban acompañadas de dibujos.

Con el paso de los años, gracias a mis padres, me di cuenta de que, no sólo me gustaba contar historias: también me gustaba leerlas. Meterme de lleno en cada historia, querer saber más sobre el protagonista de éstas, ponerle cara a los personajes y traer a mi mente un montón de imágenes ante cada palabra.

Un día, descubrí una de las cosas más valiosas para mí: no sólo me gustaba contar y leer historias, también me gustaba escucharlas. Aprender a ver a las personas a través de sus historias y entender cómo su forma de expresarse ya estaba contando mucho más de lo que contaban las palabras que utilizaba para ello.

¿Será por todo esto por lo que decidí acompañar a personas en sus historias a través de la psicología? Supongo que sí.

Siempre he sido una persona muy creativa y gracias a mis estudios en Psicoterapia Integradora Humanista pude unir la psicoterapia con la creatividad y escuchar historias desde muchísimos lugares diferentes. Poder hacerlo cada día es un regalo.

¿Y por qué quería escuchar las historias de personas con un Trastorno de Conducta Alimentaria?

Un día, en la carrera, me dieron una charla sobre el tema y me maravilló tanto que tomé la decisión de que acompañaría a todas las personas que están pasando por ello, a reencontrarse de nuevo consigo mismas, entendiendo que su TCA no fue algo elegido, sino que les sirvió como salvavidas en un momento de su vida en el que no lo supieron hacer diferente.